
Para: Grace Lice, Zeydel Bernal, Guillermo Clemente, Francisco Salinas, Miguel Ángel Govea y Enrique Padilla
Un poema en voz alta es un monologo muy sabroso, casi una canción;
palabras que ameritan un gesto especial y vaivenes de la mano,
desde el pelo hasta las piernas,
como para no perder la noción del viento;
y espaldas arqueadas y rectas, o ladeadas;
según, parado o sentado, un pie o una nalga, o las dos…
Un poema en voz alta no es sólo ritmo en la cabeza;
mejor, un baile en plena pista con pies descalzos;
el reflejo de la llama en la pupila encendida:
el colibrí y la flor en nuestra nariz.
Nunca había visto tal cosa tan guapa: lindo, en verdad lindo.
Gracias muchachos.
(Este es un agradecimiento de Noe Robledo a los poetas que participaron en el 5to.Festival De Poesía Manzanillo).