viernes, 3 de diciembre de 2010

Un monologo muy sabroso, de Noe Robledo



Para: Grace Lice, Zeydel Bernal, Guillermo Clemente, Francisco Salinas, Miguel Ángel Govea y Enrique Padilla



Un poema en voz alta es un monologo muy sabroso, casi una canción;


palabras que ameritan un gesto especial y vaivenes de la mano,


desde el pelo hasta las piernas,


como para no perder la noción del viento;


y espaldas arqueadas y rectas, o ladeadas;


según, parado o sentado, un pie o una nalga, o las dos…


Un poema en voz alta no es sólo ritmo en la cabeza;


mejor, un baile en plena pista con pies descalzos;


el reflejo de la llama en la pupila encendida:


el colibrí y la flor en nuestra nariz.


Nunca había visto tal cosa tan guapa: lindo, en verdad lindo.


Gracias muchachos.



(Este es un agradecimiento de Noe Robledo a los poetas que participaron en el 5to.Festival De Poesía Manzanillo).

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