viernes, 24 de septiembre de 2010

Se quedó sin ojos por temor a ver lo que ya esperaba

Texto referente a Ojos que no ven, corazón desierto del libro de Iris García presentado el 23 de septiembre de 2010. EXCELENTE LIBRO.
Pareciera que Iris García narra a cada uno de sus personajes en la contemplación de su propia vida, nos interna en un mundo humano en el que nadie es exclusivamente malo ni exclusivamente bueno, en el que a cada acto le corresponde una persona y dentro de ella, existe una razón suficiente para hacer lo que se tenga que hacer.

La escritora acapulqueña a lo largo del libro, atraviesa las almas de los victimarios y de las víctimas hasta reconocer en ellos algún rasgo no muy lejano en uno mismo, un dolor incalculable, la sorpresa de sorprenderse a uno mismo haciendo una cosa y por sobre todo, cuestionándonos sobre la vida y especialmente sobre la muerte, nuestra propia muerte.

El primer apartado del libro contiene cinco cuentos en los que nos narra de la manera más inverosímil por ser cierta que hasta un reportero pesetero, un secuestrador cabrón, un policía pendejo y corrupto, y hasta un narcotraficante tienen su corazoncito, que de alguna manera les lastima la vida, que de una forma u otra lloran porque sus Ojos que no ven lo que desean, los hace despedazarse ante el crimen.

Luego están otros cinco cuentos en el Corazón desierto, un lugar donde las entrañas de la mujer parecen vencidas, vejadas y aún cuando aparentan sucumbir, la fuerza surge de un interior desconocido pero verdadero, por lo menos para soportar lo que ya no es sostenible como un Sueño de arena, para engañarse como si las Líneas paralelas se unieran en algún punto, para decirse que se necesita Un poco de cariño, para pensar que las personas tenemos sólo un cara cuando en realidad somos Poliedros conjugados o simplemente para esperar en la vida un Designio.

Iris García nos presenta al México que se engendró hace décadas, al país que ahora no solo mira las noticias para ver a un muerto balaceado, sino el territorio en el que en la esquina del Kiosko de tu casa murieron cuatro personas, en el que las niñas de la escuela del centro se prostituyen por comida y los niños en el Jardín Núñez son los más solicitados.

García a través de su iris nos habla de la barbarie urbana con un lenguaje soez, nos narra cuentos que nos erizan la piel porque sabemos que no son puros cuentos.
Jetzabeth Fonseca

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Palabras que se escapan.