miércoles, 27 de marzo de 2013

Escapistas en papel


    La espera
                                                                         Seth Alvarez.
Sebastián permanecía en su habitación. Miraba un rostro joven en el espejo. Sabía que lo encontrarían; por más que tratara de esconderse, por más que tratara de huir, sabrían dónde encontrarlo. Había vivido demasiado tiempo, pero no estaba preparado para partir. Vio caer imperios, renacer ciudades, prosperar naciones y aún no se cansaba de eso. Hacia unos minutos que había tomado un baño y vestía elegante. Siempre disfrutó de la buena ropa y la buena compañía. Pero ahora se encontraba solo, en espera de lo inevitable, mientras los pasos del guardián retumbaban en su cabeza. Hacia 200 años que había firmado con sangre, por una efímera inmortalidad y era hora de entregar su alma. Nunca sería suficiente para seguir vivo. La puerta se abrió y una sombra oscura envolvió la habitación. Rápidamente Sebastián reconoció al guardián por su plumaje. Llegó la hora de partir. Entonces, miró por última vez la ciudad por la ventana. Suspiro con fuerza, mientras seguía pensando que aún no llegaba el momento.




Te esperé en la bahía

Gabriel Govea

Cuando mi corazón soñaba con las barcas
(los reflejos en las aguas
como si cada ondulación fueran mis ojos)

Te esperé hasta el final, en la intemperie
donde ahogados conmemoran viejas travesías
(son tus fantasmas:
tu niebla besando mi memoria:
tu ensayada manera de no venir
pero invadirme: marea).

De Noctario



 

Olas literales

Gabriel Govea

Nada más mira el buró
situado a la derecha de mi cama:

El rosario de piedras marinas
que me obsequió mi abuela antes de un viaje,
un caracol de la playa
que atestiguó mi mayor felicidad: Careyes,
monedas despreciadas, cerillos, la cajetilla de cigarros,
un par de imanes para la acidez estomacal,
las llaves de mi antigua habitación,
un libro, papeles de la calle,
la etiqueta de una camisa comprada
por la depresión que a uno le entra en Navidad,
frascos homeopáticos de alquimia,
y para finalizar una pulserita policroma de tela
cuando me llegó el alboroto de mi derecho
a la supervivencia… ¡qué va!
No hablo de genes ni políticas…
Me refiero sólo a la promesa divina
de no repetir otro diluvio:
Mi arcoíris íntimo.

¿Ya ves? No sé de pronto para qué tanta metáfora
si cada objeto porta en sí mismo su historia,
su lenguaje, sus deseos ónticos
y la voz de quien les habita, secretamente,
como un rumor de olas literales.

Por esta razón considero innecesaria la poesía
con su séquito de musos enmielados,
hacedores de nuevos Olimpos
como si después
de la caída
del muro
de Berlín
quisieran reutilizar el escombro.

En cambio, opto por esta plática vertical, directa,
quizá un tanto pecadora y franca,
en el límite de su propio ensimismamiento
-asco de palabra, estamos de acuerdo-
y perteneciente a los cien peores poemas
de acuerdo a los poetas envinados
y a este diminuto caos en que hoy me aflijo.


De Cerebrumcoculus


Escapistas informa
Por SethAlvarez

Los Escapistas celebramos felices nuestros diez años. En compañía  de Guillermina Cuevas y Víctor Manuel Cárdenas, disfrutamos de momentos irrepetibles y bellas anécdotas que quedarán para siempre en el colectivo. También Presentamos libros, leímos poesía y compartimos el cariño con mucha gente. Gracias por estar con nosotros. ¡Vivan las letras!

Como todos los viernes, en las XV Conferencias Didácticas de Literatura, se presentó la Dra. Ada Aurora Sánchez Peña. Exponiendo: “Griselda Álvarez, una Poética del Tiempo”. La siguiente charla será el 22 de marzo y estará a cargo del Mtro. Alberto Llanes Castillo con  “Cuentos con efecto Iceberg”. Lugar: IUBAM  Hora: 8:00 Pm.

Continúa la Expo Venta Oaxaqueña en el malecón del Espíritu Santo, dicho evento tiene la finalidad de ofrecer artesanías, arte, folklore y gastronomía Oaxaqueña. Habrá talleres gratuitos. Termina el 31 de marzo.

Todos los viernes a partir de las 6:00 Pm el maestro Raúl Rivera imparte clases de papiroflexia y origami. La cita es en el Centro Cultural Salagua. Entrada gratuita. Teléfono 1382688.

El jueves pasado, se proyectó en el Centro Cultural Salagua, la cinta La Mujer de Benjamín de Carlos Carrera. Cinta mexicana  filmada en 1991, producida por el CCC, IMCINE y Estudios Churubusco. Dicha película catapulto al director poniéndolo entre los mejores directores de cine en México. El próximo 14 de marzo, se presentara Sin Remitente, cinta del mismo director con las actuaciones de Tiaré Scanda y Fernando Torre Lapham. En Sin Remitente Carlos Carrera nos presenta el contraste de dos generaciones que luchan por ser escuchadas, pero que al mismo tiempo, no hacen el esfuerzo por ver las cosas desde el punto de vista de la otra. Hora: 6:30 Teléfono: 1382688.

Si todo resultó como se planeaba, Bellas Artes del Pacifico presentó un emocionante concierto a capella a cargo de Voz en Punto. El día fue viernes 15 de marzo, la hora 8:30.

A Edgar Allan Poe se le considera uno de los primero autores de la ciencia ficción moderna. Ya que el escritor, introdujo el concepto literario de la verosimilitud, utilizando hechos reales o inventados por él, para convencer a los lectores de que lo imposible es posible. Próximamente taller de Ciencia Ficción en el Centro Cultural Salagua. Entrada Libre. Informes 1382688.

Durante una presentación de su obra “La emoción de las cosas” en la Feria Internacional de Yucatán, Ángeles Mastretta recalcó que: El reto de un escritor ya no es sólo captar la atención del lector, si no que éste se quede con lo que lee y lo haga parte de su propia historia. Durante su aparición, habló de la importancia que tiene ese tipo de eventos y sobre la obra que presentaba. Para terminar su entrevista externó que, la mejor manera de fomentar la lectura es hacer que se vea como un placer, como un acto de disfrute para quien decida sumergirse en una historia contada a través de un libro. La escritora nació en Puebla y también se dedica al periodismo. Sus novelas más importantes son: Arráncame la Vida y Mal de Amores.

Notas, cuentos y poemas a: escapistasmanzanillo@hotmail.com
Facebook:Escapisas Ac Blog:http://escapistascolima.blogspot.mx/



PUERTO VIEJO

                                       Martha Gutiérrez.

    Manzanillo tenía un jardín rodeado de hermosos rosales, algunas palmeras y grandes árboles llamados “de pan” y frutos con sabor a papa. Alrededor de las jardineras, gruesas bancas de fierro pintadas de verde invitaban al descanso. En medio, el kiosco, con su techo cóncavo y arriba un gallito con la rosa de los vientos, que giraba con un rechinido que ahuyentaba a los pichones. Los paseos por el rompeolas.   
    En las tardes calurosas la gente se enteraba de las últimas noticias: fallecimientos, casorios, separaciones, engaños y nacimientos. Era una verbena de reseñas y confidencias de las que no  escapaba nadie. A otro día, el informe ya modificado y aumentado, circulaba entre los puestos del mercado, salpicado de risas o cuchicheos, mientras se escogían las cebollas, se apretaban los jitomates, los aguacates, echando a la canasta, de vez en vez, aquí un chilito, allá una guayaba, unas ramitas de cilantro o de epazote, en tanto se regateaba el costo total de la despensa. Después las compras especiales: el vinagre de tuba con el chaparro; la verdura en salmuera con la chata; los bolillos y el pan dulce con los Arteaga; la carne con David Murguía; los bollos con Tere y el pozole guisado con su hermana Nena. Finalmente los ricos churros.
    En ese tiempo todavía se iba caminando desde San Pedrito, por la Colonia Burócrata, hasta las Brisas. Había un puente que unía ambos asentamientos y después lo destruyeron para abrir el Puerto Interior. La carretera seguía hasta Miramar. Luego estaba el camino por  Tapeixtles, que cruzaba por medio de la laguna, en donde ahora parece montaña rusa. De día o de noche, era una hermosura ése paso: todo se reflejaba en las quietas aguas, ocupadas por garzas blancas o rosas, patos o pelícanos. Los atardeceres encendían la superficie y en la oscuridad, parecía que las estrellas brillaban en el fondo de la radiante franja y cuando había luna llena, ¡oh Dios! el corazón parecía tambor y  la mirada se humedecía, convertida en agua salada que brotaba directamente del alma.
     Hoy Manzanillo se conoce internacionalmente. Es considerado el primer Puerto del Pacífico. Tiene fama por su pesca, geografía, clima y  gente amable. Es codiciado por los grandes consorcios y empresas industriales.
     En la actualidad esta Ciudad y Puerto de Manzanillo, aparenta una pujante urbe del primer mundo, con  grandes vías vehiculares, adornadas con vistosas plantas y palmeras. Llegan al muelle enormes embarcaciones con cargas impresionantes que asustan a las aves y alejan a la fauna marina, justificando estos actos las grandes ganancias que hacen de Colima un Estado próspero y atrayente.
   Pero debe haber alguien que extrañe aquél Puerto de pescadores y sus alegres barquitas de tonalidades brillantes y nombres raros. Seguro existe quien se acuerde de la pesca de camarones con cedazos, los ostiones pegados en las piedras de Ventanas, las jaibas gigantes y las ciruelas de Campos.
    Alguno de los porteños, en ésas tardes candentes de primavera, intentará refrescarse en la sombra de los árboles; querrá disfrutar del viento fresco del océano; buscará con quién intercambiar un saludo; todo aquello que recuerda del jardín Alvaro Obregón y llegará hasta la explanada. Con pena descubrirá en un rincón, abandonado, el kiosco. Su figura triste opacada por el enorme pez, que ni refresca el ambiente ni permite circular la brisa del mar.
    No sé Usted, pero alguien acude algunas tardes al muelle y escudriña en los rostros intentos de ternura, sonrisas y el saludo de un conocido. Es inútil. Manzanillo ya no es el puerto viejo de antes.                                  




Textos publicados en El Noticiero el 17 de marzo 2013.



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