viernes, 21 de junio de 2013

Escapistas en acción

 
 

 

Sin explicación
 
Felix Marinez

 

Juntos veíamos pasar la primavera,

los pájaros construían sus nidos

y nuestros besos se  multiplicaban.

Me perdía en tu cielo,

te entregaba mis sueños

que se extraviaban en tus brazos;

la cama ardía con tu presencia.

La vida seguía su ritmo,

nosotros inventamos otro,

que bailábamos con alegría.

Un día la magia se arrinconó

entre las maletas

y las mariposas te reclamaban sus alas,

te ibas sin decir adiós,

dejándome con un silencio

en tu nombre… Teresa.

 

 
 

 

El amor
Felix Martinez

 

No siempre  está en el mismo lugar,

anda en camión, en taxi

o ronda en cualquier rincón.

Él quiere estar en el corazón,

en el alma o junto a ti.

Va, grita, sonriendo,

dando vida a la tristeza.

Viene , empuja, levanta.

Él está donde desea estar,

sin demora, sin prisa,

en el momento justo

como las campanadas del reloj,

no le importa si está

un minuto o toda una eternidad.

Él así es ufano

viajando sin control

de corazón en corazón.

 
 
 
EL FARO DE CAMPOS
 Martha Gutiérrez

 

       En la penumbra del anochecer, una estela intermitente indica su presencia; gira una y otra vez, acompañando la soledad de una figura larga, de un blanco fantasmal.

    Ningún ruido opaca el fragor de las olas mientras intenta destruir al inoportuno que desliza su luz sin descanso.

    Los navegantes modernos traen aparatos sofisticados para señalar coordenadas exactas; ya no es necesario escudriñar el horizonte en búsqueda del destello. El no lo sabe y su aspecto majestuoso desafía el impacto de sus rompientes, que durante años, muchos años, estalla a sus costados, cimbrando su nacimiento, resbalando con furia sobre las grandes rocas que lo protegen en abrazo amoroso.

   Un tiempo él también fue brazo protector de los amantes furtivos que llegaban en noches sin luna, para entregarse a la ternura que tanta falta hace en el mundo; luego, algunas autoridades, comenzaron a vigilar los alrededores y a impedir la entrada a su terruño. Primero de noche. Luego todo el día.

   Intentó hacerse el desentendido. Seguía firme en su quehacer. No había tregua ni excusa para suspender su alerta. Al contrario. Cuando aumentó el ingreso de tráfico marítimo, ya fuera de los buques con sus inmensas cargas, barcos de pasajeros o hermosos yates, procuraba ser notado y su luminosidad resaltaba aún con la brillantez del sol del mediodía.

    Pero un día se dio cuenta que ya nadie notaba su silueta. Que ahora las máquinas traían lo necesario para no necesitar de su ayuda. Las barcas ya no agradecían su permanecer atento; ya no había vigías que se alegraban al observar su  centelleo, avisando que llegaban al Puerto ni los marinos hacían barullo al saberse sanos y salvos. Se fue acostumbrando a la indiferencia de las modernas naves.

    Aunque algunas veces la tristeza ensombrecía su fulgor, no era por el olvido de sus servicios. Extrañaba a las parejas con sus risas y arrullos; era constante la búsqueda en su girar, de los roces de pies descalzos que trepaban por su escalinata, mientras se escabullían entre sus recovecos, aumentando en el eco de sus espacios, el ligero sonido de sus suspiros. 

    De pronto surgió una nueva ilusión. Un soñador llegó un día con una cámara fotográfica. Le tomó diversos ángulos. El volvió a sentirse importante. Giró eufórico su lente. Brilló como nunca. Se esmeró en parecer bello, único. El instante se le hizo eterno. Supo que al recrear las fotos descubrirán su existencia y revivirá; claro que sobreviviendo a tantas experiencias, será un nuevo amanecer. Entonces les dirá: quizá ya no soy el de antes, pero tengo mucho que contar. En mis muros está la historia del puerto. Deben entender que salvé muchas vidas y fui testigo del desarrollo de esta ciudad.

   Cuando la gente vea las fotografías, recordará mi mejor época y vendrán. Yo los esperaré, como siempre, brillando, sí, brillando.                    

 

 
Temor de amantes

 Selene Guijarro

Debería dejarte ir

Ser madura y enfrentar mi soledad

Debería tan solo hacerme a la idea de que no estaré y no estarás,

Entender que somos tal para cual, mas nunca un nosotros.

 

Lo he dicho antes

Te he dejado ir, me has dejado partir

Y nos volvemos a buscar en la oscuridad de la ausencia

Nos besamos con imágenes de nosotros que son vagos recuerdos.

 

¿Llegará el día que sea solo para nosotros?

O estamos condenados a buscarnos y perdernos en el laberinto del azar

¿Será acaso que nuestro destino esta entrelazado mas no unido?

Por ahora solo quiero olvidar que te quiero

Quiero perderme en otras bocas, encontrar nuevos sabores,

Quiero olvidarme de tu nombre y arrastrar tu recuerdo al mar

Hasta que no tengas otro sabor más que el de la sal que incomoda.

 

 

Más no me atrevo a darte un adiós definitivo,

Vuelves y me voy, te pierdes y es ahí cuando te encuentro

Varado en el recuerdo, extrañando a mi cuerpo y mi locura.

Si tan solo dejáramos aquello que nos separa,

El orgullo, la moral... a ella, a mis hombres.

Pero solo eres un hombre que le teme a mi libertad

Y yo una mujer que no tiene costumbres. 

 

Teme cuando no te busque pues estaré con alguien más

Y al día siguiente mis recuerdos no serán de ti,

Por mi parte también temeré el perderte,

Pero en lo que conocemos el miedo 

Sigamos, amante amándonos sin amar.

 
 
 
 

Cotidiano.
Selene Guijarro


Olvidado te tiene el verbo olvidar.

Y paso día y noche

Sin poderte encontrar,

Paso hambre, sueño, líneas.

Paso besos y trago saliva,

Humo de tabaco, ron con Coca-Cola,

Canciones de blues, rock y trova

Y enfrente un bar que me quiere llamar. 

Pasas desapercibido por la biblioteca,

Y me doy cuenta de tu presencia  porque me buscas,

Después un rato subimos  las escaleras,

Saludaste al encargado de guardar secretos,

Y en esa habitación fui de ti, tú de mí.

 

Todo el mundo dejo de existir.

Solo había alcohol para dos,

Cigarros para un fumador,

Amor para perfectos extraños.

 

Y el tiempo pasó... 

Y te fuiste y al irte creció el deseo,

La duda, los celos.

La edad se cansó de crecer,

La golondrina de volar,

Y tú te volviste un cotidiano pensar.  

 

 
Textos publicados en El Noticiero el 02 de junio de 2013.
 

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