Travesía
El buque avanza, abre surco en el agua,
entra en nostalgia,
cuida que el viento
no le robe sus recuerdos.
Travesía de mar a mar
donde se vive de añoranzas,
de felicidades empaquetadas en el corazón.
Soledad que se mantiene
con amores fugaces y con cervezas
que ayudan a postergar el dolor
por la ausencia de amor y compañía.
Caminos invisibles inundados de tristezas
donde reina el sol y la luna,
con tormentas que hacen abandonar
el sueño que domino de
adolescente.
Dos alientos frente a frente,
son un huracán del deseo
y la cama un océano donde se hunden
entre las olas de caricias
y los besos se pierden en la espuma.
Navegan por rutas incontrolables,
hasta agotar el calor
que los mantiene encendidos,
soñando con nuevas estrategias
para mantener la llama
que alumbre sus destinos,
sin perderse en los mares fríos
que congelan
corazones y alientos.
ENTREVISTA.- Seth y
la gente normal
“Me considero un
joven padre de familia, que le gusta hacer música”
Por Seth Alvarez
Comenzamos la entrevista en un centro
cultural donde Chris da clases de Guitarra y teclados. Con su característica
vestimenta y buena vibra, Chris contestó lo siguiente:
¿Quién eres?
Me considero un joven padre de familia que siempre ha vivido por ella (familia)
y por la música.
¿De la mano de quien recorres el mundo? De Dios y de la música. La música me ha
llevado a explorar vivencias, gente, lugares, etc.
¿Qué cosas han marcado tu vida? Mi familia, mis amigos, Dios; pero sobre
todo el nacimiento de mi hija.
¿Cine, literatura o música? Obviamente la música. Me gusta la música que me inspira, la que
lleva alegría, la espiritual.
¿Autores favoritos? Tengo
varios; uno de ellos es Paolo Bambino.
¿Cuál es el mejor libro? El Principito.
¿Cuál es tu mejor película? La Pasión de Cristo de Mel Gibson. Por un lado por la fe y por
su buena realización.
¿Cuál es tu mejor placer en la vida? Pasar el tiempo con mi familia. Andar en
bicicleta con mi esposa y mi hija, es de los mejores placeres del mundo.
¿Cuál es el mejor lugar para pasar la tarde? La playa.
¿Cuál es tú mayor temor? Yo creo que la indiferencia de la gente. La forma egoísta de
las personas que buscan un beneficio propio y no el de los demás.
Terminamos
la entrevista con un consejo del músico para todos los chavos y público en
general: “yo les aconsejo que lean, porque es algo que nos ayuda a reflexionar”
Chris Lugo: Músico
nacido en Manzanillo, estudió en el Instituto Universitario de Bellas Artes
(IUBA). Ha participado en la banda de aliento del H. Ayuntamiento de
Manzanillo, en la Orquesta de Guitarra del IUBAM y en La Tostada de Pata.
Actualmente es maestro de música en el instituto de Cultura de Manzanillo.
Marina de Anda
- En el mundo
hay muchas clases de seres hijo mío - contestó su padre - millones.
- Pero nosotros
somos perseguidos.
- Lo sé, es
porque nos temen.
El niño
reflexionó un momento antes de hacer la siguiente pregunta.
- ¿Es por
nuestra piel?
- No precisamente.
- ¿Por nuestras
creencias?
- Tal vez.
- ¿Nuestras
costumbres?
-
Definitivamente - afirmó el papá - por nuestro origen, nuestras costumbres,
pero sobre todo, por nuestros hábitos alimenticios.
- Pero entonces
esto nunca cambiará, siempre habrá una guerra entre ellos y nosotros.
- Así es hijo, y
no los puedes culpar, como tampoco a nosotros, es cuestión de supervivencia.
- No entiendo
porque hacen tanto alboroto, es tan poco lo que tomamos de ellos.
- No hijo, no
siempre es así, muchas veces tenemos que matarlos.
- ¿No se puede
evitar?
- No siempre, y
no podemos morir de hambre. Además ellos también se sirven de otros seres para
sobrevivir, incluso pueden ser más crueles.
El niño acarició sus afilados colmillos,
sus grandes ojos rodeados por círculos oscuros reflejaban culpa.
- No te sientas
mal hijo, así es la vida, sólo somos parte de la cadena alimenticia – dijo en
modo de consuelo, y añadió - duérmete, ya está saliendo el sol.
“DIAGONAL
CORREGIDORA”
Martha Gutiérrez
Joel Montes Camarena se ha convertido en
otra de las calles viejas del Puerto. Famosa por sus panaderías, sus cabarets, su gente bravía, después del
Triangulito, la Carrillo Puerto cambió su nomenclatura por Diagonal
Corregidora.

Esa parte sentimental que todos
escondemos, logró bautizar con el nombre del heróico marinero a la disimulada
zona, en la que navegantes, tripulantes y hombres de mar llegaban con la
ansiedad de encontrar un espacio para jugar al amor y en el que por algunas horas
la ilusión compensaba el pago, aunque los “te quiero” se prohibían y las luces, brillos y risas eran
artificiales
Manzanillo duele. En alguna parte del cuerpo o
en otro sitio difícil de situar, como los recuerdos, hay una historia que se
resguarda de los olvidos. Cada rincón del Puerto tiene un espacio que los
mayores guardan como joyas, a veces
preciosas, otras falsas, pero siempre vigiladas con esmero. Las evocaciones de
una ciudad que quiso ser del primer mundo, primero con celo, luego por orgullo, pero infinitamente inolvidable, de otras épocas de voluble
comportamiento, siguen existiendo en muchos corazones.
Todavía
la Calle Carrillo Puerto, glamorosa, de
caprichoso diseño, exhibe una serie de
escalinatas llamados andadores con pintorescas jardineras; desde el Jardín
Alvaro Obregón, hasta el Triangulito, con edificios ahora olvidados y en algún
tiempo de lujo, indica un período económico de exitosos comercios y
extravagante ostentación.
En la Diagonal Corregidora iniciaba la
llamada Zona Roja, famosa por sus salones “María Bonita”, “Oasis”, “Casablanca”, “La Quinta”, “El
Pasitas”, lugar de reunión de lugareños
y extranjeros, una larga y apresurada
fila de hombres, algunos uniformados, otros de civil, buscaban esparcimiento para compensar las
largas noches de desvelo y miedos en un océano que ocultaba grandes peligros y abarcó dos
épocas: antes del Ciclón del 59 y otra después de ése desastre.
En los años ochenta, un famoso empresario,
convirtió los burdeles en auténticos cabarets con famosos shows y en donde,
aunque siguió siendo lugar para el esparcimiento de los caballeros, alguna que
otra dama se daba cita, intentando pasar desapercibida con los humos del
alcohol y el recargado maquillaje que
disimulaba los rasgos.
Hoy, como otros espacios, esos edificios
también muestran los estragos del abandono. El boulevard y la zona azul del
Puerto lograron erradicar lo que ninguna autoridad pudo: desalojar a las reinas
de la noche y dejar como unidad habitacional toda esa franja de casas semiderruidas.
Es bueno tener ilusiones. Ya tenemos Las
Hadas. Falta la magia.
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Palabras que se escapan.