SIEMPRE MANZANILLO
Martha Gutierrez
En los amaneceres, atardeceres, al
mediodía, en la noche, a la hora que sea, el Puerto es una belleza.
Cada día se puede encontrar un nuevo
rincón que visitar y admirar la naturaleza; ese espacio privado para disfrutar
una puesta de sol, el baño matutino en sus aguas tibias, embelesándose con las
grandes embarcaciones cargadas de coloridos contenedores o los grandes
trasatlánticos y además la vista diaria, alegre y llena de ruidosos pajarracos
trepados en las barcas de pescadores. No, nadie puede sentirse triste si llega
hasta el muelle y se sienta en alguna de las bancas a observar rumbo al
Pacífico. Donde parece terminar el mundo. Donde el tiempo se detiene.
De todos los favoritos, hay uno especial:
cualquier día y en cualquier momento que se tenga libre, hay que aprovechar y
tender las alas, apresurar el paso, agilizar el cuerpo, para dirigirse al fondo
de las Brisas. Entre los grandes hoteles hay algunos recovecos para llegar a la
playa. También están los miradores, pero se conmina el deseo de soledad, el
dejar volar el sentimiento; los carros abiertos con música a todo volumen, no
siempre grata a algunos oídos. No todos tienen la misma sensibilidad o gustos
para permitir que se opaque el gratificante sonido de las olas acariciando la franja de arena, los pies descalzos, el alma expuesta en la
que no hay sitio para la tristeza.
Casi llegando al muellecito, más bien, antes
de encontrar las sombrillas donde la vigilancia celosa inhibe a cualquier persona de acercarse,
o se intenta ocupar uno de los
parasoles, pareciera que en cosa de
segundos un genio interroga si se es
huésped y entonces se intenta una sonrisa para no parecer maleducada; a veces
se tartamudea una disculpa y la caminata continúa en la búsqueda de alguna
palmera para guarecerse del sol y al mismo tiempo descansar y un rincón
secreto. Una barda oculta a quien se
queda tirado al resguardo de miradas indiscretas.
Si se logra evadir a los intrusos, ese
paraíso será nuestro y el lugar ideal en el que se dejan transcurrir las
horas sin sentir. Es posible que
igualmente sea el menos concurrido. Sobre todo en los ocasos. En el punto exacto donde el corazón crece
hasta la asfixia, cuando las palabras terminan con el encanto y la compañía no
siempre es necesaria.
Los realmente conocedores, llegan hasta su
escondite cargados de los implementos necesarios para regocijarse con el
glorioso crepúsculo que a cada minuto invade la visibilidad, hasta que las
luces del puerto tímidamente, de una en una, van compitiendo con las estrellas,
hasta no saber si es el cielo o la electricidad quien ilumina con destellos multicolores el oscuro
mar en el que ya las aves, cansadas, dejaron de revolotear y se protegieron
dentro de las barquillas, o en algunos alambres fantasmales y hasta en los
techos de casas también silenciadas por la noche.
En ese momento y sin ninguna interrupción,
es la hora de que las penas se enreden en la oscuridad. Los instantes siguientes serán de
agradecimiento por habitar este lugar paradisíaco; de intentar una perfecta
comunión entre la vida, el caos de la modernidad, la naturaleza radiante que no
se rinde ante la destrucción y el deseo de seguir adelante, siempre avanzando y
por supuesto, siempre, hasta que la
línea sea un punto, en éste Puerto.
Abolición de la Propiedad
Seth Alvarez
Me contaron que la peli se estrenó en Rusia con muy buena respuesta. También, que fue en 20 salas; 14 en Moscú y 6 en Petersburgo, que ganó el mejor guion en el festival de cine de Guadalajara y que hasta tiene su póster en ruso. Se trata de la nueva película del director Jesús Magaña, basada en una obra del escritor José Agustín y trata sobre dos estudiantes de los 60’s que tienen una cita para escuchar música en el sótano en la casa una amiga. Ahí, lo único que hay es una grabadora con las voces de ellos, pero de situaciones que aun no han vivido, lo que los lleva a no distinguir entre la realidad y la ficción. El propio Magaña asevera que “Esto es como una cosa de cine fantástico y thriller, muy avant-garde.”

Jesús Magaña tiene en su filmografía cuatro cintas, contando Abolición de la Propiedad, donde funge como director/guionista y recientemente produjo la cinta El Cielo en tu Mirada. Resulta interesante está propuesta por el género hibrido que maneja, la simplicidad de personajes, escenarios y presupuesto; pero sobre todo, la curiosidad de ver el resultado de la adaptación de la obra de un gran escritor mexicano.
Abolición de la propiedad – Jesús Magaña – México - 2009
foto:http://www.audistico.es/poseidon/
Poseidón
Félix Martínez
El puerto nos unió en un solo sendero
El mar palpitaba con sus olas
y las sombras se ocultaban entre las rocas.
Amor floreciente entre arena,
castillos de arenisca que el oleaje
desvaneció,
sueños que la espuma arrastró y multiplicó;
la pasión
navegó en la barca,
ante un horizonte bendecido,
con un arcoíris que llenaba mis ojos.
El viento y el agua erosionaron las piedras
y nuestros cuerpos.
Pero tu mar, continuas altivo, rebelde
bravío, intacto
como Dorian Gray.
Aguas de Poseidón,
que atraes
gentes de mocedades
y las abrazas con ondas espumosas;
ligas destinos de esperanzas
como el mío.
foto: http://blocjoanpi.blogspot.mx
Soledad
Félix Martínez
Sombras y más sombras
se acumulan en el alma
y se vuelve
lánguida.
Con un aliento
que va
a la nada de un mundo vacío,
falto de sueños y realidades;
donde los espejismos son sólo destellos
que dan al blanco a la ausencia total
de un brillo llamado amor.
El espíritu grita en silencio,
encadenado por los lóbregos muros
que lo condenan a seguir viviendo
como la noche,
con sus susurros y taciturno.
ESCAPISTAS INFORMA:
foto: http://www.correodemanzanillo.com.mx

Accidentales
del libro "Mar Vitral"
Oscar
Robles
Las azafatas servían los güisquicitos, el avión trotaba y la gente
platicaba nubes. Un niño jaló la perilla de emergencia: el aire desplazó la
puerta, la presión le arrancó la piel y la carne; los huesos se clavaron en su
padre.
*
El viento ondea cipreses, abre surcos en sus ramas de abajo hacia
arriba: espadas entrando, cortando segmentos, follaje de segundos. El viento
aguza sus puntas como las manos de un dios antiguo acariciando una cabellera.
*
El perico del vecino tenía la furia de cuatro niños en su garganta. Sus
alaridos habían llevado mis oídos al entumecimiento y las letras que leía en mi
libro bailaban al compás de los gritos pajarracos. Salí de mi casa, llegué ante
la vaina tropical de dieciocho centímetros, me acerqué a la jaula, a dos dedos;
grité tan fuerte que la avecilla cayó en seco, desparramando las semillas de
girasol y el resto del agua fuera de su prisión. El vecino contemplaba el
tierno desenlace de su pícara mascota; adornaban el cuadro sus ojos dispuestos
a cometer otro crimen.
*
Era un hombre que caminaba
y era otro que andaba también
Uno de los hombres portaba cuchillo
el otro no
Sus destinos se cruzaron
sus miradas
el cuchillo envistió en el destino del otro.
Un caballo de sangre nació de un navajazo
y corrió a la lejanía
en el horizonte se cruzó con otro caballo
que había nacido de otra herida:
La vida es un caracol de sangre y carne.
Cadenas
Seth Alvarez
Un
árbol desnudo
espera
el amanecer,
dormita
a causa
del viento
Troncos
gruesos
destilan,
una
tinta suave.
Las
ramas encrespadas
aletean
intentos de
huida,
sin
siquiera mover
raíz
alguna.
llora
en secreto,
en la
vigilia
de la
mañana.
Fin
Seth Alvarez
Me detiene el sendero,
Donde la vista
Pierde el horizonte.
Adelante
troncos muertos,
fantasmas de lodo..
Bosque breve
de entresueños nocturnos.
El cielo
ilumina
Con reflejos de agua.
Encallado estoy
bajo el sol,
emanando la estela vaporosa
que sigue a la muerte.
Encallado estoy
bajo el sol,
emanando la estela vaporosa
que sigue a la muerte.
Benny Moré tragándose
el mar de Manzanillo
Zoila Sánchez Nuñez
Benny Moré tragándose el mar de Manzanillo
con su vieja angustia sonera
sobre el cartón perforado
los pies rumian
insólito baile de Borbolla Formaris
junto al mar pasos devolviéndose luces
entran al ojo del horizonte las muchachas
cortan olas con senos filosos
apoyan fatigas en el sombrero
emerge en esplandores la eternidad
Benny Moré rompiéndose el pecho
bailes de la loma bautizo los cuerpos
sobre la caja secreta, el rito del organista
a golpe de manivela
el Jarocho
exotismo de Fefa Candé
Benny Moré tragándose el mar de Manzanillo
recinto musical desde el agua
en eclipse lunar
sumergido en su traje de sones
intenta alcanzar la transparencia
del dia en la tierra.
Textos publicados en el periodico El Noticiero 27 de enero 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Palabras que se escapan.